El diálogo interno negativo no es prueba de que haya algo «malo» en nosotros que deba corregirse. Es una característica del ser humano.
Educación y relaciones familiares: La crítica constante, las expectativas poco realistas de los padres o cuidadores, y las comparaciones desfavorables con hermanos o pares durante el desarrollo pueden contribuir al surgimiento de estas voces críticas internas.
Practica la atención plena: A medida que crecemos y nos hacemos mayores nuestra vida se complica, con lo que nuestros miedos, angustias y esperanzas se magnifican. Por lo tanto, el pensamiento negativo es mucho más fácil que llegue a nosotros y se instale en nuestra mente durante un buen tiempo. Practicar la atención plena o el mindfulness nos puede ayudar muchísimo, consiguiendo fortalecer nuestra conciencia y domesticando nuestra mente. De hecho, está demostrado que la meditación de forma habitual nos permite reducir nuestro estrés en el día a día y nos permite saber cómo eliminar los pensamientos negativos que tanto nos afectan. Racionaliza tus pensamientos negativos: A veces la mejor forma de darse cuenta de que estamos siendo o pensando negativamente es hacernos las preguntas adecuadas para ayudarnos a descubrir qué nos está pasando: ¿Es cierto?, ¿Este pensamiento me ayuda?, ¿Qué es lo que realmente quiero?, ¿Cómo puedo salir ventajoso de la situación?,¿Cómo podría hacer más positivo este pensamiento? A raíz de estas preguntas podremos tomar decisiones constructivas sobre lo que queremos y avanzar por el camino correcto. Gracias a este proceso de racionalización de los pensamientos negativos incontrolables, podremos llegar a evitar sus consecuencias más destructivas para nuestra vida. Haz un diario de pensamientos: A pesar de que requiere mucho esfuerzo, llevar un diario de pensamientos puede ser una forma muy eficaz de acabar con cada uno de estos pensamientos automáticos que nos vienen a la mente. Para ello, deberás apuntar cada día cómo te has sentido y cuáles han sido los malos pensamientos o los mensajes positivos que han dominado las acciones de tu jornada.
sixº El capataz: te empuja a seguir adelante y teme que si te detienes, te volverás perezoso o que otras personas te juzguen como un fracasado.
Evidentemente no puedes hacer esto de forma tan literal con las personas tóxicas que hay en tu vida, pero sí que puedes tomar medidas.
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Desafía tus creencias limitantes: Identifica las creencias subyacentes que refuerzan tus pensamientos negativos y trabaja en cuestionar su validez. Busca pruebas contrarias que te ayuden a generar nuevos patrones de pensamiento.
La negatividad externa, como las noticias impactantes o las interacciones tóxicas en las redes sociales, puede alimentar nuestros pensamientos negativos y afectar nuestro bienestar emocional.
Es un paso más allá de evitar los pensamientos negativos. Se trata de activar conscientemente los pensamientos positivos. De esta forma, juegas con la química de tu cerebro para que segregue esas sustancias que te hagan sentir bien.
El crítico interno se hará oír más fuerte cada vez que sintamos la necesidad de ocultar lo que percibimos como una falencia o de evitar cometer cualquier error que incida en nuestra imagen.
Una forma de evitar que los pensamientos negativos te dominen es establecerles límites a través de actividades que mantengan tu mente ocupada en cosas positivas.
Sin embargo, ¡no todo está perdido! Existen poderosas estrategias que pueden ayudarte a neutralizar esas ideas negativas y recuperar el control de tu mente.
Fomenta el autocuidado: Cuida de tu bienestar físico y emocional. Dormir lo suficiente, alimentarte de forma saludable, hacer ejercicio y dedicar tiempo a actividades que disfrutes son fundamentales para mantener una mentalidad positiva.
Este tipo de miedo y de pensamientos negativos recurrentes provienen del temor de perder el Manage en la vida. Depresión por el pasado: En muchas ocasiones los pensamientos negativos recurrentes vienen precedidos de ciertas situaciones en el pasado. Tanto es así que existen personas que viven en el pasado a causa de estos pensamientos automáticos negativos. Por lo tanto, para poder cambiar los pensamientos negativos por positivos deberá dejar de lado todos los errores del pasado.